Convocan a rezo colectivo para perdonar a agresores de imagen de la Guadalupana; la policía de Maywood ha solicitado la colaboración de la comunidad para capturar a los responsables
Jueves 27 de mayo de 2010 J. Jaime Hernández / Corresponsal | El Universal
WASHINGTON.— La comunidad latina de la ciudad de Maywood, California, protagonizará mañana un rezo colectivo para tratar de encontrar la paz y la fuerza suficiente para perdonar a quienes atentaron la madrugada del pasado lunes contra la Virgen de Guadalupe, cuya imagen fue cosida a puñaladas durante un “crimen de odio” perpetrado con nocturnidad en la Iglesia de Santa Rosa de Lima.
“Aún no sabemos si restauraremos la imagen de la Virgen que fue apuñalada en varias partes del cuerpo y el rostro. O si recompondremos el Cristo que fue puesto de cabeza y quemado antes de romperlo a golpes”, aseguró el párroco de la Iglesia de Santa Rosa de Lima, David Velázquez.
“Lo más seguro es que los dejaremos tal y como han quedado, como un recordatorio del ataque sufrido y como muestra de que todos somos el cuerpo de Cristo y que, por más que nos ataquen o nos odien, no vamos a ceder en nuestra misión de defensa de nuestra fe y de nuestra comunidad”, añadió Velázquez, un sacerdote inmigrante que llegó hace más de 15 años a Estados Unidos desde su natal Monterrey, en México.
Tras el ataque perpetrado contra la Virgen y el Cristo, cuyas imágenes son resguardadas por personal de la parroquia con el mismo celo que se cuida a un herido convaleciente, una unidad especial de la policía de Maywood ha solicitado la colaboración de la comunidad para capturar a los responsables, mientras revisa las evidencias y todas aquellas pistas que puedan conducir a la detención de, al menos, dos sospechosos que penetraron de madrugada para protagonizar un ritual lo más parecido a un “acto satánico”.
“Durante este proceso, estamos revisando el video de seguridad y hemos recogido varias piezas de evidencia que podrían conducirnos a quienes han sido los responsables de este crimen de odio”, aseguró el jefe de la policía en Maywood, Frank Hauptmann, quien ha concedido prioridad a unas pesquisas que han dado pábulo a todo tipo de especulaciones:
“Hasta ahora no sabemos cuál es el móvil de este ataque de odio. No conocemos los motivos de estas personas. A lo mejor quisieron protagonizar un ritual satánico. A lo mejor quisieron dejarnos un mensaje. A lo mejor lo único que querían era ofendernos en lo más sagrado para nosotros”, aseguró el párroco de origen mexicano y acostumbrado a lidiar con una realidad tan bronca como violenta, particularmente desde el año 2006, cuando la ciudad de Maywood fue declarada “ciudad santuario” para inmigrantes indocumentados. “A mí me han baleado. Me han roto los cristales de las ventanas de la rectoría. Me han quitado la licencia. Me han amenazado”, aseguró Velázquez, al reconocer que la Iglesia tiene muchos enemigos desde que decidió tomar un papel activo en defensa de una comunidad inmigrante que se había convertido en presa fácil de una policía corrupta (que les hostigaba y quitaba sus vehículos por no tener documentos), y que ha sido objeto de constantes campañas de odio y racismo.
El incidente en la Iglesia de Santa Rosa de Lima, un edificio que ha servido durante los últimos años de referente de las marchas y convocatorias de organizaciones defensoras de los inmigrantes, ha preocupado a la Arquidiócesis de Los Ángeles que, nada más ser informada del incidente, ha ordenado al padre Velázquez “reforzar la seguridad y extremar precauciones”. Pero, también, a la alcaldía de la ciudad de Maywood que ha considerado este ataque como un “acto de odio” hasta que se encuentre a los responsables y se demuestre lo contrario.
“Nuestra comunidad está unida contra este ataque de odio contra nuestro santuario. Y vamos a hacer todo lo posible para que nuestra comunidad colabore con la policía para tratar de detener a los responsables lo más rápido posible”, aseguró la alcaldesa de la ciudad, Ana Rosa Rizo, quien ha recibido llamadas de solidaridad desde distintos puntos del país y se mantiene al pendiente de las investigaciones que realiza la policía.
Condenan crimen de intolerancia
Un adolescente de Nueva York acusado de homicidio no premeditado en un delito de intolerancia por la muerte de un inmigrante ecuatoriano fue sentenciado el miércoles a pasar 25 años en prisión.
Jeffrey Conroy, de 19 años, obtuvo la máxima pena posible en su caso. El juez de la corte del condado de Suffolk que emitió el fallo dijo que “la evidencia era contundente”. El asesinato del inmigrante Marcelo Lucero ocurrió en noviembre de 2008, en la zona de Long Island.
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