Federico Lombardi calificó la visita de Benedicto XVI a Portugal como un hecho que muestra la vitalidad de la institución católica.
• 2010-05-16•Tendencias
El papa Benedicto XVI lamentó ayer que los escándalos de abuso sexual oscurezcan la reputación de la Iglesia católica como un lugar de esperanza, pero insistió en que algunos sacerdotes de mal comportamiento no pueden eliminar el bien que hace la Iglesia.
El Papa citó la parábola del Evangelio acerca de un sembrador y su semilla y recordó la pregunta a Dios de por qué la mala hierba surgió entre el grano cuando la semilla del bien fue sembrada en el campo.
“En meses recientes, hemos tenido que enfrentar repetidamente noticias que apuntan a llevarse la alegría de la Iglesia, a oscurecerla como un lugar de esperanza”, dijo Benedicto en un mensaje a una reunión ecuménica en Múnich, en su tierra natal de Alemania.
“Mala hierba” de mala semilla “existe incluso en lo íntimo de la Iglesia y entre aquellos a los que el Señor ha dado la bienvenida a su servicio en una forma especial”, dijo el Papa, en una analogía que claramente evoca los escándalos de curas pederastas.
En recientes semanas, se han visto renuncias de varios obispos por cubrir el abuso clerical, pero unos cuantos prelados también han dimitido por ser ellos mismos los inculpados.
Las acusaciones de abuso han golpeado a la Iglesia en varios países europeos este año, incluida Alemania.
Tras las revelaciones de traslados sistemáticos de sacerdotes abusadores en varios países, el Vaticano ha comenzado a limpiar su imagen.
Los grupos de presión de víctimas han presionado al Papa para que admita lo que ellos dicen ha sido su propia culpa al manejar los casos de abuso, tanto en su función anterior como arzobispo de Múnich como en su largo mandato al frente de la oficina del Vaticano que custodia la moralidad antes de convertirse en pontífice en 2005.
Por otra parte, Benedicto XVI dijo estar “muy contento y reconfortado por la recepción que tuvo en Portugal”, donde estuvo esta semana.
El vocero del vaticano Federico Lombardi dijo que la recepción “fue vastísima y calurosa, superior a las expectativas de los organizadores, fue un viaje maravilloso”.
Según el vocero, Joseph Ratzinger “pudo vivir este viaje en las condiciones mejores y como momento también de gran experiencia espiritual (...) en el punto culminante durante las celebraciones de Fátima”.
“El Papa lo agradeció y es un hecho que demostró también la vitalidad de la Iglesia”, indicó.
Sobre el escándalo que involucra a sacerdotes en el abuso de niños, Lombardi dijo que Benedicto XVI “dio a entender que los sufrimientos, las dificultades que la Iglesia encuentra, son algo que la Iglesia lleva en sí: lleva en sí lamentablemente también la realidad del pecado”.
PERIODICO MILENIO
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